Actividad: Cnicienta y Ceniciento.

El alumnado recibe las dos versiones del texto, una por cada cara de un folio. Primero se lee “Cenicienta” (versión femenina), y cada alumno/a elije personalmente en su cuaderno un final para el texto. Posteriormente pasamos a la lectura de “Ceniciento” (versión masculina) y vuelven a elegir un final. El alumnado no dejará pasar el hecho de que ambos textos son idénticos, salvo que uno posee todos sus rasgos lingüísticos en femenino dado su protagonista, y otro en femenino. Con ello iniciamos un debate en torno al reparto equitativo de tareas domésticas y al desarrollo de las capacidades más allá de los estereotipos sexuales.

Cenicienta.

Érase una vez una muchacha llamada cenicienta. Su madre murió cuando ella tenía solamente quince años y su padre volvió a casarse pasado algún tiempo. Su madrastra tenía dos hijas: Feúcha y Asquerosa, que tenían dieciséis y diecisiete años de edad, respectivamente. Eran muy tontas, envidiosas, presumidas, y egoístas. Además eran groseras, sucias, maleducadas, feas, vagas y desordenadas. En fin, eran unas niñas “pijas” y repelentes.

Cenicienta era muy buena estudiante. Le gustaba mucho estudiar y leer y siempre quiso ir a la universidad y estudiar medicina. Pero ahora, Cenicienta no podía ir al instituto. Tenía que trabajar todo el tiempo. Tenía que limpiar la casa, ordenar las habitaciones de sus hermanastras, preparar la comida para toda la familia, y hacer mil otras tareas que nadie más hacía en la casa. Tenía que ir a la compra, lavar la ropa, planchar, fregar los cacharros, limpiar el polvo, cuidar las plantas, tirar la basura, limpiar los cristales, fregar los suelos y limpiar el coche de su madrastra y el coche de su padre, cuando había terminado las demás tareas. Y cuando intentaba leer un rato, ya tarde por la noche, sus hermanastras la llamaban para que les preparase una taza de té, o un café, o arreglase sus bicicletas, o planchase su ropa, o, simplemente, para que les hiciese el trabajo del instituto.

Un día, sus hermanastras le pidieron que les preparase sus mejores ropas. Iban a ir a una fiesta que organizaba el chico más rico del país, y quizás buscase novia entre las invitadas a la fiesta….

Ahora decide cómo quieres terminar la historia:

• Cenicienta recibe la visita del hada madrina. El hada le da ropa muy bonita, y un cochazo estupendo para ir a la fiesta. Allí, baila con el chico, que es rico y guapo. El chico le pide que se case con él. Cenicienta se casa con el chico rico y vive de su dinero para siempre jamás.

• Cenicienta decide buscar un trabajo. Cuando lo consigue, se marcha de la casa de su padre y su madrastra, y empieza su propia vida.

• Cenicienta dice a su familia que está harta, deja de hacer ella sola todo el trabajo y vuelve al instituto para continuar sus estudios.

• Cenicienta va a un programa de televisión a contar su vida. Se hace famosa, gana mucho dinero, y se vuelve tan idiota como sus hermanastras.

Ceniciento.

Érase una vez un muchacho llamado ceniciento. Su padre murió cuando él tenía solamente quince años y su madre volvió a casarse pasado algún tiempo. Su padrastro tenía dos hijos: feúcho y asqueroso, que tenían dieciséis y diecisiete años de edad, respectivamente. Eran muy tontos, envidiosos, presumidos, y egoístas. Además eran groseros, sucios, maleducados, feos, vagos y desordenados. En fin, eran unos niños “pijos” y repelentes.

Ceniciento era muy buen estudiante. Le gustaba mucho estudiar y leer y siempre quiso ir a la universidad y estudiar medicina. Pero ahora, Ceniciento no podía ir al instituto. Tenía que trabajar todo el tiempo. Tenía que limpiar la casa, ordenar las habitaciones de sus hermanastros, preparar la comida para toda la familia, y hacer mil otras tareas que nadie más hacía en la casa. Tenía que ir a la compra, lavar la ropa, planchar, fregar los cacharros, limpiar el polvo, cuidar las plantas, tirar la basura, limpiar los cristales, fregar los suelos y limpiar el coche de su padrastro y el coche de su madre, cuando había terminado las demás tareas. Y cuando intentaba leer un rato, ya tarde por la noche, sus hermanastros lo llamaban para que les preparase una taza de té, o un café, o arreglase sus bicicletas, o planchase su ropa, o, simplemente, para que les hiciese el trabajo del instituto.

Un día, sus hermanastros le pidieron que les preparase sus mejores ropas. Iban a ir a una fiesta que organizaba la chica más rica del país, y quizás buscase novio entre los invitados a la fiesta….

Ahora decide cómo quieres terminar la historia:

• Ceniciento recibe la visita del mago padrino. el mago le da ropa muy bonita, y un cochazo para ir a la fiesta. Allí, baila con la chica, que es rica y guapa. La chica le pide que se case con ella.

  • Ceniciento se casa con la chica rica y vive de su dinero para siempre jamás.

• Ceniciento decide buscar un trabajo. Cuando lo consigue, se marcha de la casa de su madre y su padrastro, y empieza su propia vida.

• Ceniciento dice a su familia que está harto, deja de hacer él solo todo el trabajo y vuelve al instituto para continuar sus estudios.

• Ceniciento va a un programa de televisión a contar su vida. Se hace famoso, gana mucho dinero, y se vuelve tan idiota como sus hermanastros.

Fuente: http://www.mepsyd.es

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